La mayor de las búsquedas, a lo largo de la vida de un ser humano, puede ser quizá la de hallar su propósito. Estarás de acuerdo con nosotros en que todos tenemos algo que nos hace sentir vivos y realizados. Y también te habrás dado cuenta por tí mism@ o por personas cercanas a ti que no hallar esta respuesta puede causar una sensación inmensa de vacío.

En japonés, ikigai significa “razón de ser”. Es el punto de intersección entre:

• Lo que nos apasiona.
• Lo que somos buenos haciendo. 
• Lo que el mundo necesita.
• Lo que nos pagan por hacer.

Cuando encontramos nuestro ikigai, nos sentimos plenos y satisfechos. Vivimos una vida con sentido y propósito.

Si sientes que encontraste tu ikigai, eres una persona afortunada que camina claramente hacia un norte definido. En caso de que no lo hayas hecho, no te preocupes y no te llenes de ansiedad, la vida misma se encargará de mostrarte tu propósito en el instante preciso, pero es cierto que debes ser tú quien se mantenga en movimiento en esta búsqueda. 

¿Te gustaría encontrar tu ikigai?

Hay muchas maneras de encontrarlo. Una forma sencilla y muy práctica es reflexionar sobre los cuatro elementos que lo componen y tratar de conectarlos para encontrar el punto de intersección. Aquí te proporcionamos algunas preguntas para que dispongas de unos minutos para responderlas:

• Imagina que tienes una cantidad suficiente de dinero para vivir el resto de tu vida como siempre soñaste. Así, si no tuvieras que volver a trabajar para ganar tu sustento, ¿Qué es eso que permanecerías haciendo aún sin recibir un pago?
• ¿Cuál es esa habilidad por la que te han elogiado y que tú mismo reconoces que te destacas?
• ¿Cómo tus respuestas anteriores pueden conectarse para solucionar una necesidad real que tenga o pueda tener un grupo de personas en específico 
• Si la respuesta anterior apunta a que amas hacerlo, eres bueno en ello, y puede satisfacer una necesidad real en el mundo, ¿Crees que existan personas dispuestas a pagarte para que los ayudes a solucionar su problema?

Estas preguntas te permitirán tener una luz para trazar un plan y acercarte a tu ikigai. Como consejos adicionales, te recomendamos ser honest@ contigo mism@, mantener una mente abierta a nuevas posibilidades, y finalmente, no rendirte; encontrar tu ikigai puede llevar tiempo y esfuerzo, momentos de frustración y ansiedad, pero debes mantenerte en movimiento, confiando en que el flujo natural de la vida te mostrará las respuestas en el momento ideal.

En conclusión, te diremos que el Ikigai, más que un destino, es un camino. Es un viaje de autodescubrimiento que nos lleva a vivir una vida más plena y satisfactoria.

¿Te comprometes a encontrar tu ikigai pacientemente?

Reflexiona sobre las cuatro preguntas anteriores y crea las tuyas. Verás cómo la práctica de escribir, preguntándote y respondiéndote a ti mism@ te puede dar claridad para acercarte a tu propósito en la vida.

Gracias por leernos,

Comunidad Eres Energía.✨